En este bicentenario estaremos a diez años de haber terminado con el siglo XX, tiempo en que nosotros como país, aparecemos solo doscientos años atrás.
Chile reciente y temprano como Nación es conocido en la historia de la humanidad por figuras que se destacan y a las que el mundo admira, respeta y recuerda con cariño.
Chile es conocido por la figura de Gabriela Mistral, por su premio Nóbel, su producción poética, su labor literaria, su dedicación a la difusión de la cultura y a la lucha por la justicia social y los derechos humanos.
En todo el mundo Chile es conocido por el Premio Nóbel Pablo Neruda, uno de los más altos poetas de nuestra lengua. Admirado por su obra poética, su compromiso y su actitud humanista.
Chile es conocido por Salvador Allende, figura respetada y admirada en el mundo entero, a quien se le han dedicado nombres de avenidas, de calles, de plazas, de escuelas y de festivales de cine. Se le han escrito libros y se le han levantado estatuas.
Y también nuestro país es conocido en el mundo por Augusto Pinochet, por su maldad y por su terrible y vergonzosa dictadura. El mundo y la humanidad se avergüenzan de hombres como Pinochet, a los que no levantan monumentos, pero quedan como ejemplos para los “Nunca Más”.
El pueblo chileno, el Ministerio de Educación, el Consejo de Monumentos Nacionales y el Parlamento, tendremos que responder a una petición de levantar monumentos para el tirano, petición hecha por quienes dicen estar con él en este Chile que dicen está dividido por él y por una obra, que no cabe duda, benefició a quienes piden estos homenajes. Monumentos que nos avergonzarán ante nosotros mismos y ante el mundo.
El mundo sentirá vergüenza ajena y nosotros tendremos que cargar con la vergüenza eterna de levantar monumentos a nuestro propio victimario y a su responsabilidad política en los asesinatos y desaparición de más de 3.000 opositores al régimen que encabezó entre 1973 y 1990.
Tendremos que cargar con la vergüenza histórica de llegar a un bicentenario con monumentos impuestos por la desvergüenza de los que fueron parte en una obra macabra y criminal:
- Ataque e incendio de La Moneda: Cobarde ataque aéreo que incendia el Palacio de La Moneda e instalación de un gobierno de facto en Chile, producto de la fuerza y no del consentimiento popular. Gobierno usurpador, cuya existencia fue basada en el crimen, la represión y la inseguridad jurídica
- Primeros fusilamientos y Crímenes cometidos bajo el Estado de Sitio y Toque de Queda: Torturas, Asesinatos y Desapariciones de detenidos bajo el estado de sitio y el toque de queda. De estos casos la mayoría no figura oficialmente por no corresponder a casos de presos políticos.
Los miembros del GAP Desaparecidos de la Moneda, en Cañaveral y en otros lugares: El Grupo de Amigos Personales de Salvador Allende, fue un Dispositivo de Seguridad del Presidente de la República, los que llegaron a ser alrededor de 180 pero sólo sobrevivieron 92, fueron detenidos y luego asesinados.
- Caravana de la Muerte: Helicóptero Puma que salió en misión de muerte a lo largo del país en octubre de 1973, dejando 12 ejecutados en Valdivia, 02 en Curicó, 04 en Linares, 04 en Cauquenes, 15 en La Serena, 16 en Copiapó, 14 en Antofagasta, 26 en Calama y 03 en Arica.
- Campos de Concentración y exterminio:
· Estadio Chile
· Estadio Nacional
· Buque Esmeralda
· Chacabuco
· Pisagua
· Colonia Dignidad
· Villa Grimaldi
· Melinka / Puchuncaví
· Ritoque
· Buque Lebu
· Buque Andalien
· Buque Maipo
· Tres Álamos
· Dos Álamos
· Isla Quiriquina
· Isla Dawson
· Regimiento Tejas Verdes
· Fuerte Papudo
· Fuerte Silva Palma
- Centros de Detención y Tortura a lo largo del país: Cárceles, Regimientos, Bases Aéreas, Retenes, Comisarías, Tenencias y Capitanías de Carabineros, Cuarteles de investigaciones, Dependencias de la Marina, Bases Aéreas, Gobernaciones Regionales, Escuelas y Academias de instrucción Militar, Naval y Aeronáutica, Hospitales, Colegios Fiscales y Recintos Privados.
- LosTorturados: Solo 28.459 personas tuvieron reconocimiento como víctimas en el Informe Valech, sin contar a los que no se presentaron y a los que no fueron calificados por no ser casos políticos.
- Los Exiliados: Un millón de chilenos se dispersaron por cinco continentes del mundo, buscando amparo de la violencia impulsada por la dictadura.
- Asesinato de Prats: El general Carlos Prats, antecesor de Pinochet en la jefatura del Ejército, asesinado junto a su esposa, Sofía Cuthbert, al estallar una bomba en su automóvil en una calle de la ciudad de Buenos Aires, donde se hallaba exiliado, el 30 de septiembre de 1974..
- Asesinato de Sacerdotes:
*Miguel Woodward = Torturado hasta morir en el buque escuela Esmeralda.
*Antonio Llidó = Detenido Desaparecido en Cuatro Álamos.
*Joan Alsina = Torturado y asesinado en Santiago
*André Jarlan = Asesinado mientras leía en su casa la Biblia.
*Gerardo Pobrete = Asesinado en tortura en Comisaría de Carabineros de Iquique.
- "Operación Colombo": Son los 119 secuestrados y asesinados por la DINA, cuyos nombres fueron falsamente incluidos en una lista de chilenos que se encontraban en el exterior y muchos de los cuales habían caído en luchas internas y en enfrentamientos con fuerzas de seguridad extranjeras. Todos ellos fueron detenidos y desaparecieron.
- Atentado contra Leighton: El exiliado líder democratacristiano Bernardo Leighton, ex vicepresidente de Chile, resulta gravemente herido junto a su esposa, cuando un desconocido dispara contra ellos en Roma, el 6 de octubre de 1975.
- "Operación Cóndor": Plan represivo que eliminó a opositores. Cientos de ellos integran hoy las listas de desaparecidos en la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
- Asesinato de diplomático: El cadáver del diplomático español Carmelo Soria aparece muerto a los pies del cerro San Cristobal de Santiago, el 16 de julio de 1976, después de ser detenido por un comando de la DINA.
- Asesinato de Letelier: El ex canciller socialista Orlando Letelier, líder opositor en el exilio, muere junto a su secretaria Ronnie Moffit cuando una bomba estalla bajo su automóvil en el centro de Washington, el 21 de septiembre de 1976. Un documento del FBI del 2 de noviembre de 1976 da cuenta de contactos en Chile, a comienzos de 1975 entre una alianza de grupos terroristas, CORU, anticubanos cuyo jefe era Orlando Bosch y la DINA. Hubo participación y colaboración con la Operación Cóndor. entre Bosch, Guillermo Novo y gente de “Patria y Libertad”, de los que resultó el acuerdo de asesinar a Letelier.
- Caso Berríos: Ex químico y agente de inteligencia de la DINA, asesinado en Uruguay por militares chilenos en 1993 y hecho desaparecer ante la posibilidad que hablase de lo que sabía sobre las operaciones que se hacían en la época del asesinato del ex Presidente Eduardo Frei Montalva
- Los Hornos de Lonquén: Restos humanos encontrados en los hornos de Lonquén, el 30 de noviembre, 1978. Era lo que quedaba de 15 personas que habían estado activas en el proceso de sindicalización campesina y formaban parte de una comunidad rural de Isla de Maipo, cuyos rastros se perdieron hasta fines de 1978, cuando se hallaron en los hornos de Lonquén.
- "Caso Tucapel": Tucapel Jiménez presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), luego de ser secuestrado y torturado por agentes de la CNI, su cuerpo aparece degollado en las afueras de Santiago, el 25 de febrero de 1982.
- Asesinato de líder gremial: El dirigente democristiano Mario Fernández López, muere en medio de torturas en un cuartel de la CNI (sucesora de la DINA), el 18 de octubre de 1984.
- "Caso de los Degollados": El sociólogo José Manuel Parada, el profesor Manuel Guerrero y el dibujante publicista Santiago Nattino, miembros del Partido Comunista, aparecen degollados el 30 de marzo de 1985.
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- "Caso de los Quemados": El fotógrafo Rodrigo Rojas muere quemado y la estudiante Carmen Gloria Quintana resulta con graves quemaduras, cuando una patrulla militar los impregna en combustible, el 2 de julio de 1986 y los quema.
- Asesinato de periodista: El periodista José Carrasco, editor internacional del semanario izquierdista Análisis, muere ametrallado el 8 de septiembre de 1986, un día después del atentado a Pinochet. En la misma acción de represalia son asesinados el obrero comunista Felipe Rivera, el profesor Gastón Vidaurrazaga y el publicista Abraham Muskatblit.
- "Operación Albania": Agentes de la CNI ejecutan a 12 miembros del FPMR (Frente Patriótico Manuel Rodríguez), los días 15 y 16 de julio de 1987.
- “Operación Retiro de Televisores”: Operación ordenada por Pinochet y realizada por el ejército entre fines de 1978 y principios de 1980, que consistió en "desenterrar cuerpos de ejecutados ocultos y hacerlos desaparecer".
-Cuentas bancarias secretas en el extranjero: Investigaciones estadounidense en el Banco Riggs revelaron en julio de 2004 que el general Pinochet había depositado ocho millones de dólares (6 millones de euros) en cuentas secretas de esta entidad financiera. Los investigadores chilenos descubrieron entonces que Pinochet tenía unos 27 millones de dólares (20 millones de euros) en diversas cuentas ocultas en varios países (128 cuentas en el Riggs y otros bancos). Fue inculpado por evasión fiscal y uso de documentos falsos para abrir cuentas bancarias. Su esposa y cuatro de sus cinco hijos también están implicados.
-Fraude al Fisco: Por la falta de concordancia entre la declaración de impuesto de y sus ingresos lo que llegó a configurar una querella en contra de él por “fraude, cohecho y malversación de caudales públicos”
-Enriquecimiento ilícito: Origen de sus bienes relacionados con ventas ilegales de armas, narcotráfico y lavado de dinero (informe del Riggs Bank)
Pinochet es el individuo más querellado en la historia judicial chilena y también el más desaforado por tribunales.
Pinochet es un icono de maldad que no divide a Chile ni a un mundo dividido desde siempre por el bien y el mal, él solo está en el lado del mal.
Su desastrosa y horrorosa obra no nos puede obligar a levantar monumentos a la impunidad. Ni por miedo, sumisión o indiferencia podemos admitir que se levanten monumentos al mal y a la impunidad de los crímenes cometidos.
Chile no es tan solo un país joven, de a penas doscientos años. Chile es también un país de buen pueblo, generoso, solidario y sufrido, que sabemos a quien tenemos que levantar monumentos…y a quien no.
Lo cierto es que de esta centuria nos quedará la tarea de seguir buscando en los bosques, quebradas y pasos cordilleranos donde hallar la presencia de nuestros desaparecidos.
Y en el aire memoria del tiempo, en el mar, en el desierto, en la pampa, en los piques de las minas, en las escuelas y en las plazas, seguir levantando memoriales, monumentos a la verdad y para que nunca más nos maten.
Angélica Palleras
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martes, 13 de febrero de 2007
jueves, 8 de febrero de 2007
Monumentos para un Tirano II - Monumentos al Mal
No conforme con pedir tres monumentos para Pinochet, en distintas ciudades del país, asumidos seguidores de su doctrina de la muerte, representados por diputados, piden además que su residencia particular también sea declarada Monumento Nacional, petición que llegó a la Ministra de Educación, quien ocupa el cargo de presidenta del Consejo de Monumentos Nacionales.
Esta petición llegó sólo diez días después de que dicho Consejo declarara Monumento Histórico a la residencia oficial del ex Presidente Salvador Allende, ubicada en calle Tomás Moro lo que ha sido calificado como práctica de “la lógica de los empates” en el mundo político nacional.
El Diputado Moreira, uno de los mayores admiradores de Pinochet, dijo al salir de la reunión con la Ministra Provoste: “Fundamentalmente entendemos que la historia es la historia, independiente de los acontecimientos y las visiones que se tengan sobre el período en que el general Pinochet vivió en ese lugar. Queremos que la historia se escriba con la verdad”.
Por su parte, Cardemil, ex alcalde designado y ex subsecretario durante la dictadura, afirmó: “Nos parece una buena idea que las residencias de todos los ex presidentes de Chile, donde se tomaron decisiones importantes para el país -cualquiera sea la opinión que se tenga sobre esas decisiones, por revestir interés histórico, por haber dejado huella en la vida de los pueblos-, sean declarado monumentos históricos. En ese sentido está hecha la petición”.
Se nota el apuro en los trámites que están haciendo para lograr monumentos para el tirano, al que ellos llaman ex presidente de Chile, apurados, antes que nos acordemos que un domingo 17 de diciembre de 1974, luego de haber destruido los registros electorales, Pinochet se auto proclamó presidente..
La ministra ha respondido: “Va a ser visto en marzo, como cualquiera de las solicitudes que han recurrido hasta nuestro Consejo de Monumentos Nacionales”.
Este Consejo tendrá que evaluar la petición y considerar si la residencia de Pinochet puede quedar junto a los otros Monumentos Históricos que tienen que ver con la obra de Pinochet, como el Sitio “Hornos de Lonquén”, lugar en el cual se encontraron los cuerpos de personas detenidas desaparecidas; el “Estadio Nacional”,en su Coliseo Central, Camarín Norte del centro de piscinas, el caracol sur y el túnel sur poniente del velódromo, donde se recluyó a miles de presos políticos, se torturó y se asesinó con todo tipo de vejámenes a la dignidad humana; Londres 38, lugar donde se detuvo, se torturo y se exterminó a presos políticos durante la dictadura; Villa Grimaldi, lugar que luego del Golpe de Estado pasó a poder de la DINA, para transformarse en el centro de detención, tortura y exterminio más importante del país; el Patio 29 del Cementerio General, por ser un claro exponente del procedimiento llevado a cabo para ocultar los cuerpos y la identidad de los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos; el inmueble Avda. José Domingo Cañas, lugar de tortura y exterminio, donde desaparecieron alrededor de cuarenta chilenos, luego de estar detenidos ilegalmente y la Cárcel de Pisagua, ocupada por presos políticos que fueron llevados a este Campo de Concentración y Exterminio, donde se encontró la fosa clandestina en 1990 y aún quedan desaparecidos por hallar.
¿Podrá quedar junto a estos sitios del horror la residencia del tirano?... como una muestra más de una práctica dictatorial que no debe volver jamás a repetirse, para que nuestras generaciones futuras conozcan nuestra historia reciente, para que se reivindique la memoria de las víctimas de la represión y para que se establezcan nuevas bases para la convivencia social, donde el respeto por los derechos humanos permanezca y se reafirme el valor de la vida humana.
Podría ser dentro de este contexto histórico y en respeto a la verdad, porque compararlo o ponerlo junto a otros presidentes o Próceres de la Nación sería un insulto a la historia y a la memoria de José Miguel Carrera por ejemplo, a quien se le construyó un monumento treinta seis años después de su fusilamiento en Argentina, a Manuel Rodríguez para quien se construyó un monolito en el lugar de su caída cuarenta y cinco años después y recién en los últimos años se le construyó una estatua, a Bernardo O¨Higgins, para quien después de treinta años de su muerte, en su exilio voluntario en Perú, se le levantó un monumento.
Sería un insulto para ellos quedar al lado de un tirano, dictador y genocida de su propio pueblo.
Es también una vergüenza y falta de moral compararlo con Salvador Allende, quien murió en La Moneda, entre las llamas y el bombardeo, defendiendo las conquistas democráticas de su pueblo, mientras sus Ministros y colaboradores fueron detenidos y llevados a campos de concentración. Más tarde, muchos de ellos fueron asesinados o desaparecidos y para quien veintisiete años después, el 26 de junio del 2000 se inauguró un monumento.
Ocasión en que José Bono, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha dijo en su discurso:
“Esta plaza hoy, 26 de junio, en que el doctor Allende hubiera llegado a cumplir 92 años, es símbolo de libertad para todo el planeta. Es testimonio de una convicción: las nobles creencias siempre prevalecen sobre el odio, el crimen o el rencor.
Quienes militamos en la causa del socialismo democrático teníamos en Salvador Allende un espejo limpio donde mirarnos, y de pronto, se hizo añicos y se tiñó de sangre. Durante largos años los demócratas del mundo hemos sentido vuestra tragedia como propia.
Ahora, a casi veintisiete años de aquellos días, siento en la garganta un rasgo de congoja. Pero también de alegría porque hoy son millones los seres humanos, desde Japón a México, desde Suecia a Sudáfrica, que al saber que se inaugura esta estatua, en lo más profundo de sus corazones, rinden homenaje a Salvador Allende y a quienes le acompañaron. Rinden homenaje al ejemplo de su vida y al imborrable sacrificio y testimonio de su muerte”.
En Chile y en el mundo Salvador Allende es conocido por su obra y Pinochet también, si es que quieren compararlos.
La diferencia está en la obra. Y si llegamos a este bicentenario con monumentos para el tirano, estaremos inaugurando la era de los monumentos al mal.
Angélica Palleras
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domingo, 4 de febrero de 2007
Monumentos para un tirano I - ¿Quien pide un monumento para un tirano?
¿Quien pudría pedir un monumento para el Tirano Pinochet? ... ¿Sus seguidores?-¿Sus amigos?-¿Sus iguales?. Podrían ser todos ellos y han sido ellos los que han presentado un proyecto de ley que autoriza la construcción de tres monumentos, en las ciudades de Santiago, Iquique y Valparaíso. Son diez diputados de derecha encabezados por el UDI Iván Moreira.
La moción fue calificada por los legisladores de derecha como “una lucha para reivindicar la historia”, estos diputados son Marcelo Forni, Jorge Ulloa, María Angélica Cristi , Ignacio Urrutia,Roberto Delmastro, Pedro Álvarez-Salamanca, Pablo Galilea,Germán Verdugo y Alberto Cardemil.
Tradicionales conservadores que hoy son derechistas ultraneoliberales agradecidos de la obra del Gobierno militar de Pinochet, la que no sólo es innegable a su entender, sino que - "representa uno de los aportes más importantes de nuestra historia política, ya que las virtudes del sistema democrático que hoy vivimos y el bienestar económico que por años nuestro país ha desarrollado, son herencia de las medidas implementadas durante el Gobierno militar y en justicia es deber agradecerlas y reconocerlas” - Así piensan estos personajes representantes de lo que fue la generación de los Chicago boys, beneficiados históricos como ellos se denominan en esta economía impuesta por la dictadura.
Y ¿Cuál es la obra política y económica del tirano tan querido por estos diputados?. Es la obra de todos ellos y es la obra que hoy nos tiene muy lejos del proyecto histórico de país que se fue construyendo durante nuestros 197 años, es la obra de la cual tendremos que avergonzarnos ante la historia por haberle robado todo a la Nación, al País y al Pueblo.
Es la obra sobre la cual se tiene conocimiento público y muchos han escrito, como Joaquín Estefanía, por ejemplo, licenciado en Ciencias Económicas y Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, quien ha desarrollado su actividad profesional en el diario Informaciones, la revista Cuadernos para el Diálogo y el diario económico Cinco Días, antes de incorporarse a El País, en el que ha ocupado diferentes cargos, entre los que se encuentra el de director, autor entre otros títulos, de La nueva economía (1995), La nueva economía: la globalización (1996), El capitalismo (1997), Contra el pensamiento único (1998), Aquí no puede ocurrir: el nuevo espíritu del capitalismo (2000) y El poder en el mundo (2000).
Estefanía nos habla sobre esta economía de Pinochet, que para el pueblo chileno es una obra económica nefasta y criminal sobre la cual también existe el "Para que Nunca Más" y el "No a la Impunidad", es una "obra económica" que Estefanía comenta de la siguiente manera, a propósito de la muerte del tirano:
La cara oculta de Pinochet: ultraliberal
Joaquín Estefanía ECONOMÍA
El País
17/12/2006
Pinochet combinó una férrea dictadura política con el ultraliberalismo económico, demostrando una vez más que la democracia y la economía de mercado no siempre van de la mano
LA CASUALIDAD ha querido que murieran con escasas semanas de diferencia el gran economista Milton Friedman y el dictador Pinochet. Nada tienen que ver el uno con el otro. El primero, un gran científico social, padre del monetarismo, y el último, un miserable sin aportación alguna al mundo del pensamiento. Sin embargo, hay un momento en que sus biografías se unen, a partir del golpe de Estado en Chile. Ello será el gran punto ciego en la historia del primero.
El régimen pinochetista se caracterizó por una férrea dictadura en lo político y una línea ultraliberal en lo económico. Lo que los representantes de esta última -los llamados Chicago boys- no pudieron experimentar con todo vigor en los países democráticos (por la resistencia de los ciudadanos, a través de los partidos políticos y de los sindicatos) lo ensayaron con éxito con Pinochet. El golpe de Estado en Chile fue en 1973. Tras un primer año y medio en el que la economía también fue gobernada por los militares, a continuación entraron a administrarla los Chicago boys: los Büchi, Sergio de Castro, Sergio de la Cuadra, Piñera, Bardón, Lüders... La historia es la siguiente: a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, la Universidad Católica de Chile firmó un convenio con la Escuela de Chicago, cuyo padre intelectual ha sido Milton Friedman; un grupo de chilenos fue a estudiar allí. Fue la primera generación de Chicago boys chilenos; luego volvieron y enseñaron el monetarismo en la Católica, que devino en un reducto suyo. Con la Unidad Popular, algunos de los Chicago abandonaron el país y otros continuaron enseñando.
Estos últimos, convencidos de que Salvador Allende duraría poco, elaboraron un modelo económico para Chile, que Pinochet les compró después de bombardear el palacio de La Moneda. Unas versiones indican que los Chicago boys se ofrecieron a los militares; otras, que los golpistas los llamaron. Eso pertenece a la letra pequeña de la historia. Lo importante es que fueron el principal factor de legitimación del régimen y que demostraron, una vez más, que democracia y economía de mercado no son sinónimos.
Milton Friedman acudió dos veces a Chile y se entrevistó con el general. Las hemerotecas son testigo de la foto de los dos en la primera página de los periódicos. Su libro Libertad de elegir (firmado a medias con su esposa, Rose) fue un best-seller en ese país. Tras la primera visita declaró al semanario Newsweek: "A pesar de mi profundo desacuerdo con el sistema político autoritario de Chile, no veo que sea malo prestar asesoramiento técnico económico al Gobierno chileno". Unos años más tarde volvió a Santiago para reunir allí a la sociedad Mont Pelerin, en la que están buena parte de los economistas que representan el neoliberalismo en el mundo. La Mont Pelerin fue creada en 1947 por otro premio Nobel de Economía, Von Hayek. Mientras vivió Franco, Hayek se negó a que la sociedad viniese a España, para evitar legitimar a una dictadura fascista. Sólo cuando murió el anterior jefe de Estado, el viejo Hayek llegó a Madrid. Esa conducta no fue la misma en el caso de Chile y Pinochet.
La líder del neoliberalismo económico y madre de la revolución conversadora, lady Thatcher, sorprendió a los conservadores británicos en el año 1998, con motivo de su congreso anual, cuando defendió a Pinochet -preso en Londres por orden del juez Garzón- atribuyendo sus pesadillas judiciales de entonces a "una venganza de la izquierda internacional por la derrota del comunismo, por el hecho de que Pinochet salvara a Chile y salvara a Latinoamérica". Luego acudió a tomar té con él. Eso sí que fue fatal arrogancia. La hemeroteca del principal periódico chileno, El Mercurio, contiene la fantástica historia con la que Pinochet cuenta su conversión a la religión liberal... en economía: "Éste es un viaje sin retorno del modelo económico... agradezco al destino la oportunidad que me dio de entender con mayor claridad la economía libre o liberal".
Las miserias del 'boom'
La política económica del dictador no redujo las enormes desigualdades sociales
Si hay que cortar la cola al perro es mejor cortársela entera, de una vez", le explicó Milton Friedman, de la Universidad de Chicago, a Augusto Pinochet el 21 de marzo de 1975 en Santiago. "¿Sabe quién dijo esto? El canciller alemán de la posguerra Ludwig Erhard", añadió. El profesor había llegado a Santiago invitado por el equipo económico de la dictadura. Los Chicago boys.
Friedman prosiguió: "Es muy apropiado para la situación actual de Chile. Usted tiene que elegir entre dos males: un breve periodo de desempleo o una tasa alta de desempleo a largo plazo. Mi opinión es que un plan gradual para terminar con la inflación será muy doloroso durante mucho tiempo. Me temo que el paciente no sobrevivirá. Lo mejor es un tratamiento de shock".
Un mes después, en abril de 1975, la junta militar definió la lucha contra la inflación como una cruzada equivalente a la que desde 1973 venía aplicando contra miles de opositores a la dictadura. En paralelo al objetivo de extirpar el llamado cáncer marxista a través de la más despiadada y generalizada represión, Pinochet se aplicó a atacar la inflación.
Friedman ganó ese año el Nobel de Economía, mientras que Pinochet cosechó los resultados inmediatos del tratamiento de shock. Las recomendaciones de Friedman (recorte del gasto público, reducción de las tarifas arancelarias, precios libres, anulación de las trabas a la inversión extranjera, venta al sector privado de centenares de empresas industriales y libertad de las multinacionales para repatriar a sus casas matrices la totalidad de sus beneficios) provocaron una caída del 15% en el producto interior bruto, la producción industrial se redujo casi un 30% y el poder de compra de los salarios retrocedió hasta representar el 40% de su nivel de 1970.
Para apartar definitivamente a los chilenos de la política había que favorecer el consumo
Tres años más tarde llegó la recuperación. Entre 1978 y 1981, la economía conoció un crecimiento anual acumulado del 32%. Pero lo que Friedman no anticipó es que bajo la recuperación económica tuvieron lugar una fortísima especulación y endeudamiento. La moneda, el escudo, vinculada al tipo de cambio del dólar, se apreció al ritmo del norteamericano. Para apartar definitivamente a los chilenos de la política había que favorecer el consumo de televisores, electrodomésticos y coches.
En el año 1982, el mismo en el cual Friedman calificó la política económica de Pinochet como la del "milagro económico chileno", las medidas adoptadas perdieron gas, a raíz de la caída de los precios del principal producto de exportación de Chile: el cobre. Otra vez llegó la contracción industrial y, pese a sus promesas, Pinochet se vio obligado a devaluar el escudo. El Banco Central de Chile perdió el 45% de sus reservas.
"El Estado fue un instrumento decisivo para los esfuerzos de crear una economía de exportación durante los años de Pinochet y después de su salida. Aunque los neoliberales suelen imponer en algunas ocasiones las ideas liberalizadoras en el sector financiero, la reestructuración de la economía fue dirigida por una política gubernamental de desarrollo a escondidas. Aunque siempre se define a Chile como un éxito neoliberal, en realidad la transformación de Chile no fue neoliberal en su sistema de producción", escribe James Chipre, profesor de Economía de la Universidad de California.
Antes de abandonar el Gobierno, Pinochet volvió a gozar de un nuevo boom económico. Los gobiernos de la Concertación (socialistas y democristianos) fueron continuistas en aspectos básicos de dicha política aunque con un discurso de mayor énfasis social.
Si bien la gestión macroeconómica de Chile sigue siendo puesta como un modelo internacional, la aspiración de crear una potente economía exportadora a través del tratado de libre comercio firmado con EE UU para dar continuidad al interrumpido boom de finales de los años ochenta y primeros noventa se ha convertido en un espejismo.
Ni la política de la dictadura ni los cambios introducidos por los gobiernos de la Concertación han logrado mitigar las desigualdades derivadas de una distribución de la riqueza que pasa por ser una de las más inequitativas del mundo.
"Es nuestro mayor fracaso. Después de seis años al frente de la política económica del Gobierno de Ricardo Lagos, sé que cada vez que intentábamos una redistribución más justa, un poderoso establishment impedía adoptar las medidas más elementales", explicó el ex ministro Nicolas Eyzaguirre en una reciente entrevista con este periódico.
¿Quiénes entonces pueden ser los que piden monumentos para el tirano? ... Son los que compartieron los beneficios de este modelo económico y el botín del saqueo al patrimonio fiscal. Los que piden un monumento para el tirano son los que en la Cámara de Diputados han saboteada a la comisión investigadora de las privatizaciones entre 1973 y 1990.
Angélica Palleras
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La moción fue calificada por los legisladores de derecha como “una lucha para reivindicar la historia”, estos diputados son Marcelo Forni, Jorge Ulloa, María Angélica Cristi , Ignacio Urrutia,Roberto Delmastro, Pedro Álvarez-Salamanca, Pablo Galilea,Germán Verdugo y Alberto Cardemil.
Tradicionales conservadores que hoy son derechistas ultraneoliberales agradecidos de la obra del Gobierno militar de Pinochet, la que no sólo es innegable a su entender, sino que - "representa uno de los aportes más importantes de nuestra historia política, ya que las virtudes del sistema democrático que hoy vivimos y el bienestar económico que por años nuestro país ha desarrollado, son herencia de las medidas implementadas durante el Gobierno militar y en justicia es deber agradecerlas y reconocerlas” - Así piensan estos personajes representantes de lo que fue la generación de los Chicago boys, beneficiados históricos como ellos se denominan en esta economía impuesta por la dictadura.
Y ¿Cuál es la obra política y económica del tirano tan querido por estos diputados?. Es la obra de todos ellos y es la obra que hoy nos tiene muy lejos del proyecto histórico de país que se fue construyendo durante nuestros 197 años, es la obra de la cual tendremos que avergonzarnos ante la historia por haberle robado todo a la Nación, al País y al Pueblo.
Es la obra sobre la cual se tiene conocimiento público y muchos han escrito, como Joaquín Estefanía, por ejemplo, licenciado en Ciencias Económicas y Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, quien ha desarrollado su actividad profesional en el diario Informaciones, la revista Cuadernos para el Diálogo y el diario económico Cinco Días, antes de incorporarse a El País, en el que ha ocupado diferentes cargos, entre los que se encuentra el de director, autor entre otros títulos, de La nueva economía (1995), La nueva economía: la globalización (1996), El capitalismo (1997), Contra el pensamiento único (1998), Aquí no puede ocurrir: el nuevo espíritu del capitalismo (2000) y El poder en el mundo (2000).
Estefanía nos habla sobre esta economía de Pinochet, que para el pueblo chileno es una obra económica nefasta y criminal sobre la cual también existe el "Para que Nunca Más" y el "No a la Impunidad", es una "obra económica" que Estefanía comenta de la siguiente manera, a propósito de la muerte del tirano:
La cara oculta de Pinochet: ultraliberal
Joaquín Estefanía ECONOMÍA
El País
17/12/2006
Pinochet combinó una férrea dictadura política con el ultraliberalismo económico, demostrando una vez más que la democracia y la economía de mercado no siempre van de la mano
LA CASUALIDAD ha querido que murieran con escasas semanas de diferencia el gran economista Milton Friedman y el dictador Pinochet. Nada tienen que ver el uno con el otro. El primero, un gran científico social, padre del monetarismo, y el último, un miserable sin aportación alguna al mundo del pensamiento. Sin embargo, hay un momento en que sus biografías se unen, a partir del golpe de Estado en Chile. Ello será el gran punto ciego en la historia del primero.
El régimen pinochetista se caracterizó por una férrea dictadura en lo político y una línea ultraliberal en lo económico. Lo que los representantes de esta última -los llamados Chicago boys- no pudieron experimentar con todo vigor en los países democráticos (por la resistencia de los ciudadanos, a través de los partidos políticos y de los sindicatos) lo ensayaron con éxito con Pinochet. El golpe de Estado en Chile fue en 1973. Tras un primer año y medio en el que la economía también fue gobernada por los militares, a continuación entraron a administrarla los Chicago boys: los Büchi, Sergio de Castro, Sergio de la Cuadra, Piñera, Bardón, Lüders... La historia es la siguiente: a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, la Universidad Católica de Chile firmó un convenio con la Escuela de Chicago, cuyo padre intelectual ha sido Milton Friedman; un grupo de chilenos fue a estudiar allí. Fue la primera generación de Chicago boys chilenos; luego volvieron y enseñaron el monetarismo en la Católica, que devino en un reducto suyo. Con la Unidad Popular, algunos de los Chicago abandonaron el país y otros continuaron enseñando.
Estos últimos, convencidos de que Salvador Allende duraría poco, elaboraron un modelo económico para Chile, que Pinochet les compró después de bombardear el palacio de La Moneda. Unas versiones indican que los Chicago boys se ofrecieron a los militares; otras, que los golpistas los llamaron. Eso pertenece a la letra pequeña de la historia. Lo importante es que fueron el principal factor de legitimación del régimen y que demostraron, una vez más, que democracia y economía de mercado no son sinónimos.
Milton Friedman acudió dos veces a Chile y se entrevistó con el general. Las hemerotecas son testigo de la foto de los dos en la primera página de los periódicos. Su libro Libertad de elegir (firmado a medias con su esposa, Rose) fue un best-seller en ese país. Tras la primera visita declaró al semanario Newsweek: "A pesar de mi profundo desacuerdo con el sistema político autoritario de Chile, no veo que sea malo prestar asesoramiento técnico económico al Gobierno chileno". Unos años más tarde volvió a Santiago para reunir allí a la sociedad Mont Pelerin, en la que están buena parte de los economistas que representan el neoliberalismo en el mundo. La Mont Pelerin fue creada en 1947 por otro premio Nobel de Economía, Von Hayek. Mientras vivió Franco, Hayek se negó a que la sociedad viniese a España, para evitar legitimar a una dictadura fascista. Sólo cuando murió el anterior jefe de Estado, el viejo Hayek llegó a Madrid. Esa conducta no fue la misma en el caso de Chile y Pinochet.
La líder del neoliberalismo económico y madre de la revolución conversadora, lady Thatcher, sorprendió a los conservadores británicos en el año 1998, con motivo de su congreso anual, cuando defendió a Pinochet -preso en Londres por orden del juez Garzón- atribuyendo sus pesadillas judiciales de entonces a "una venganza de la izquierda internacional por la derrota del comunismo, por el hecho de que Pinochet salvara a Chile y salvara a Latinoamérica". Luego acudió a tomar té con él. Eso sí que fue fatal arrogancia. La hemeroteca del principal periódico chileno, El Mercurio, contiene la fantástica historia con la que Pinochet cuenta su conversión a la religión liberal... en economía: "Éste es un viaje sin retorno del modelo económico... agradezco al destino la oportunidad que me dio de entender con mayor claridad la economía libre o liberal".
Las miserias del 'boom'
La política económica del dictador no redujo las enormes desigualdades sociales
Si hay que cortar la cola al perro es mejor cortársela entera, de una vez", le explicó Milton Friedman, de la Universidad de Chicago, a Augusto Pinochet el 21 de marzo de 1975 en Santiago. "¿Sabe quién dijo esto? El canciller alemán de la posguerra Ludwig Erhard", añadió. El profesor había llegado a Santiago invitado por el equipo económico de la dictadura. Los Chicago boys.
Friedman prosiguió: "Es muy apropiado para la situación actual de Chile. Usted tiene que elegir entre dos males: un breve periodo de desempleo o una tasa alta de desempleo a largo plazo. Mi opinión es que un plan gradual para terminar con la inflación será muy doloroso durante mucho tiempo. Me temo que el paciente no sobrevivirá. Lo mejor es un tratamiento de shock".
Un mes después, en abril de 1975, la junta militar definió la lucha contra la inflación como una cruzada equivalente a la que desde 1973 venía aplicando contra miles de opositores a la dictadura. En paralelo al objetivo de extirpar el llamado cáncer marxista a través de la más despiadada y generalizada represión, Pinochet se aplicó a atacar la inflación.
Friedman ganó ese año el Nobel de Economía, mientras que Pinochet cosechó los resultados inmediatos del tratamiento de shock. Las recomendaciones de Friedman (recorte del gasto público, reducción de las tarifas arancelarias, precios libres, anulación de las trabas a la inversión extranjera, venta al sector privado de centenares de empresas industriales y libertad de las multinacionales para repatriar a sus casas matrices la totalidad de sus beneficios) provocaron una caída del 15% en el producto interior bruto, la producción industrial se redujo casi un 30% y el poder de compra de los salarios retrocedió hasta representar el 40% de su nivel de 1970.
Para apartar definitivamente a los chilenos de la política había que favorecer el consumo
Tres años más tarde llegó la recuperación. Entre 1978 y 1981, la economía conoció un crecimiento anual acumulado del 32%. Pero lo que Friedman no anticipó es que bajo la recuperación económica tuvieron lugar una fortísima especulación y endeudamiento. La moneda, el escudo, vinculada al tipo de cambio del dólar, se apreció al ritmo del norteamericano. Para apartar definitivamente a los chilenos de la política había que favorecer el consumo de televisores, electrodomésticos y coches.
En el año 1982, el mismo en el cual Friedman calificó la política económica de Pinochet como la del "milagro económico chileno", las medidas adoptadas perdieron gas, a raíz de la caída de los precios del principal producto de exportación de Chile: el cobre. Otra vez llegó la contracción industrial y, pese a sus promesas, Pinochet se vio obligado a devaluar el escudo. El Banco Central de Chile perdió el 45% de sus reservas.
"El Estado fue un instrumento decisivo para los esfuerzos de crear una economía de exportación durante los años de Pinochet y después de su salida. Aunque los neoliberales suelen imponer en algunas ocasiones las ideas liberalizadoras en el sector financiero, la reestructuración de la economía fue dirigida por una política gubernamental de desarrollo a escondidas. Aunque siempre se define a Chile como un éxito neoliberal, en realidad la transformación de Chile no fue neoliberal en su sistema de producción", escribe James Chipre, profesor de Economía de la Universidad de California.
Antes de abandonar el Gobierno, Pinochet volvió a gozar de un nuevo boom económico. Los gobiernos de la Concertación (socialistas y democristianos) fueron continuistas en aspectos básicos de dicha política aunque con un discurso de mayor énfasis social.
Si bien la gestión macroeconómica de Chile sigue siendo puesta como un modelo internacional, la aspiración de crear una potente economía exportadora a través del tratado de libre comercio firmado con EE UU para dar continuidad al interrumpido boom de finales de los años ochenta y primeros noventa se ha convertido en un espejismo.
Ni la política de la dictadura ni los cambios introducidos por los gobiernos de la Concertación han logrado mitigar las desigualdades derivadas de una distribución de la riqueza que pasa por ser una de las más inequitativas del mundo.
"Es nuestro mayor fracaso. Después de seis años al frente de la política económica del Gobierno de Ricardo Lagos, sé que cada vez que intentábamos una redistribución más justa, un poderoso establishment impedía adoptar las medidas más elementales", explicó el ex ministro Nicolas Eyzaguirre en una reciente entrevista con este periódico.
¿Quiénes entonces pueden ser los que piden monumentos para el tirano? ... Son los que compartieron los beneficios de este modelo económico y el botín del saqueo al patrimonio fiscal. Los que piden un monumento para el tirano son los que en la Cámara de Diputados han saboteada a la comisión investigadora de las privatizaciones entre 1973 y 1990.
Angélica Palleras
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