jueves, 21 de julio de 2011

Los Chacarilla boys y la amnesia chilena en el cambio de Gabinete de Piñera





No hay peor enfermedad social que la falta de memoria histórica. Chile la sufre de modo agudo. El 9 de julio de 1977 un grupo de 77 jóvenes nacionalistas de extrema derecha subió al cerro Chacarillas, al lado del San Cristóbal en el acto más fascista de todos los tiempos de la historia de este país. Emulaban a los 77 soldados de La Concepción en la Guerra con el Perú. Bosques de banderas y antorchas al más puro estilo del nacismo hitleriano iluminaban la noche de invierno. Pinochet en un momento de inspiración arrebatadora leyó su famoso discurso. “Mi corazón de viejo soldado -decía-, revive con profunda emoción el coraje insuperable de Luis Cruz Martínez… que en plena soledad de la sierra peruana, supieron demostrar con la entrega de sus vidas, que nuestra Patria y los valores permanentes del espíritu están por encima de cualquier sacrificio personal que su defensa pueda demandar”.


En esos mismos días eran torturados en el “Palacio de la Risa”, así llamadala Villa Grimaldi, miles de chilenas y chilenos. Se las violaba, aterrorizaba, y luego se las iba a tirar al mar, como a Marta Ugarte, una de las primeras que en esos mismos días apareció flotando en las playas de Longotoma. Mientras los jóvenes subían en medio de antorchas, los gritos de horror se escuchaban en los subterráneos del poder entusiasmado. “…las limitaciones excepcionales que transitoriamente hemos debido imponer a ciertos derechos, han contado con el respaldo del pueblo y de la juventud de la Patria, que han visto en ella el complemento duro pero necesario para asegurar nuestra Liberación Nacional”, dijo el General en medio de los aplausos de los jóvenes patriotas en medio de la noche de Chacarillas.

“El complemento duro pero necesario” da escalofríos y ganas de vomitar. Todos y todas quienes allí estaban sabían muy bien a qué se refería el General. Era explícito.

¿Quiénes subieron a Chacarillas? Ayer fue el cambio de Gabinete. El listado de El Mercurio señala el número 15: Andrés Chadwick, hoy ministro vocero de Gobierno, número 38, Cristián Larroulet, ministro del triunvirato de La Moneda, y 39 , Joaquín Lavín, defenestrado ministro de Educación y resucitado ministro de Planificación Nacional. La lista es larga y sería un ejercicio de “buena memoria” publicarla con letras de molde. El número 47 es el actual Presidente de la Cámara de Diputados, y el número 20 es el dueño de la Universidad San Sebastián, emblemático modelo de lo que debe ser la educación universitaria “con fines de lucro”. El número 17 se reía ayer a mandíbula batiente en La Moneda, al ver cómo sus “Chacarillas Boys” se tomaban finalmente La Moneda, en el asalto al Poder, que esa noche lluviosa del invierno del 77, los 77 cabalísticamente (como es propio de los fascismos corrientes) habían prometido solemnemente, Juan Antonio Coloma, se llama.

Ninguno de estos “Chacarilla Boys”, han hecho autocrítica alguna, pedido perdón, han pasado “colados” en medio de las tormentas. “No sabían” es lo que más mentirosamente han tratado de balbucear. ¿Qué no sabían? Todos los que vivíamos en Chile lo sabíamos detalladamente. ¿Ud Presidente no sabía y no sabe a quiénes está metiendo en La Moneda?

¿Nadie se acuerda cómo sacaban a miles de personas en las madrugadas de ese año 77 a una cancha de futbol a las seis de la mañana, congelada, y les pegaban, los fichaban, los denigraban y dejaban como estropajos? ¿Nadie se da cuenta que aplastaron un siglo de luchas obreras con el terror? ¿Nadie se acuerda que el próximo ministro del Bienestar Social escribió el panfleto más deleznable de nuestra Historia Literaria, “La Revolución Silenciosa”? ¡¿Por qué no lo vuelven a publicar?!

Pero lo peor es la confusión ideológica del momento. Y de los que alguna vez estuvieron en el lado de los perdedores. Hay quienes han dicho y siguen diciendo que ya la derecha no es la misma. Que Piñera es una nueva derecha. Se les fundió la memoria. Hay otros, de la otra banda, que acaban de decir que en Chile hay “dos derechas”. Con respeto personal, pero andan más perdidos que el teniente Bello. Muy triste. Es una campaña la de los antiguos perseguidos de confundirlo todo. Los errores, desvaríos, silencios, de un Ricardo Lagos o una Michelle Bachelet, no tienen ni un punto de comparación con lo que se vivió en esos días y que fue aplaudido por las actuales autoridades del país.

Escucho desde mi mente deprimida los aplausos en Punta Peuco. En Bucalemu un difunto se da vueltas de alegría en su tumba. Los fantasmas están presentes, más que nunca. Gozan de buena salud. Se ríen con su sonrisa regordeta y a todo color digital, de la Historia de nuestro país. Y no me critiquen a los cabros que agarran piedras y destrozan el “mobiliario urbano” del Alcalde de Santiago. Cuando no hay espacio para la Memoria y las razones, solo hay piedras.
Vergüenza me da. Vergüenza me da de ser chileno.


Por José Bengoa


Antropólogo, filósofo e historiador, José Bengoa, uno de los académicos más relevantes de Chile. Bengoa, profesor y ex-rector de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, ha sido secretario docente de la escuela de Economía de la Universidad de Chile, lugar del cual fue exonerado en 1973.







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martes, 19 de julio de 2011

AFEP Chile, presenta 311 querellas más por ejecutados políticos, hombres y mujeres




Declaración Pública

La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile, en la campaña que ha mantenido de “impunidad Jamás”, hoy hace entrega a los tribunales de justicia de 311 querellas por ejecutados políticos, hombres y mujeres, que a 37 años del Golpe de Estado aún no se han una investigación sus crímenes por lo cual los victimarios gozan de total impunidad. Hay que destacar que once de las querellas presentadas corresponden a víctimas mujeres y diecinueve a menores de edad, quienes fueron asesinados, en la mayoría de los , por Carabineros y miembros del Ejército.

Con la presentación de este último grupo de querellas se completan las 1054 faltantes de la totalidad de 1350 víctimas que fueron ejecutadas por agentes del Estado en la época en que el Terrorismo de Estado imperó en nuestro país.
La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos finaliza una primera etapa correspondiente a víctimas reconocidas por los informe de la Comisión y Corporación Nacional de Verdad y Reconciliación, por los cuales NO existía proceso alguno ni demanda de Verdad y Justicia, como lo denunciáramos en Octubre del 2008 en estos mismos tribunales cuando dimos inicio a esta Campaña contra la Impunidad, exigiendo la investigación judicial sobre el asesinato de 1164 chilenos y chilenas durante la dictadura.

Exigimos a la Justicia sanciones que sean acorde a la gravedad de los delitos que se cometieron. De igual manera le reiteramos a un sector del poder judicial que el uso y abuso de las prescripciones y medias prescripciones como excusas para rebajar las penas que se aplican a los violadores de derechos humanos. Consideramos esta acción un intento de escamotearle la justicia a las victimas como a los familiares, lo que seguiremos denunciando ya que esto violenta la conciencia de la humanidad y viola los tratados y convenciones sobre crímenes de Lesa Humanidad.
Cada día vemos como los criminales se van a sus casas sin haber estado ni un solo día en la cárcel. Esto es una vergüenza nacional especialmente cuando se contrasta con la realidad de otros países como Argentina donde las condenas van, mayoritariamente, desde 20 años en prisión hasta cadena perpetua para los criminales. Condenas que se cumplen a diferencia de nuestro país donde quienes cometieron las graves violaciones de derechos humanos a sus conciudadanos logran ser favorecidos por el uso de variadas artimañas para no cumplir sus condenas.
Esta situación es de extrema gravedad, ya que terminar con la impunidad es una necesidad es de la sociedad en su conjunto que desea una patria realmente democrática y eso sólo pasa por el Nunca Más, la seguridad de que jamás se repitan los hechos que sufrió nuestra patria.
Por esto reiteramos nuestra exigencia a los Tribunales de Justicia en Chile, a no seguir siendo instrumentos de la Impunidad imperante en estos graves crímenes. Más precisamente, insistimos en demandar el término de la aplicación de la media prescripción y los beneficios carcelarios a los condenados, de manera de no tener que recurrir a la Justicia Internacional, para que NUNCA MÁS se repitan tan graves y dolorosos hechos contra los Derechos Humanos.


AGRUPACION DE FAMILIARES DE EJECUTADOS POLITICOS
SANTIAGO, 18 DE JULIO, DE 2011



Carabineros de Chile 33 - Fono fax 56 2 665 9459

Santiago de Chile

http://www.afepchile.cl/

afepchile@yahoo.es







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viernes, 15 de julio de 2011

566 Querellas presentadas por la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos de Chile








Santiago - Marzo de 2011

Al cumplirse 20 años de la publicación del Informe Rettig elaborado por la llamada Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación Nacional, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos acude a los tribunales de justicia, para presentar 566 querellas criminales en contra de quienes resulten responsables, de las ejecuciones sumarias cometidas contra igual cantidad de chilenos y extranjeros, mujeres, hombres y niños, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990.



Estos casos demuestran como ha imperado la impunidad no solo durante los años en que dominó la dictadura militar de Augusto Pinochet, sino que también durante los 20 años bajo gobiernos de la Concertación, pues, nada justifica que en todo este tiempo la Justicia no haya investigado estos crímenes de lesa humanidad.

Estas 403 querellas por 566 victimas, se suman a las 350 que presentáramos durante 2010, que forman parte de un total de 1.160 casos de ejecuciones políticas que jamás han sido investigados judicialmente y mucho menos perseguidos y sancionados los autores materiales, intelectuales, sus cómplices y encubridores, así como tampoco se haya investigado las circunstancias en que se perpetraron los asesinatos



Se trata de 1.160 vidas cercenadas en una guerra inventada como pretexto para justificar toda clase de violencia contra la población desarmada, especialmente para exterminar a quienes apoyaron y participaron activamente en el gobierno del presidente Salvador Allende y seguidamente, a quines se opusieron al régimen dictatorial. Se trata de un genocidio organizado y ejecutado por las Fuerzas Armadas y de Orden, así como por organizaciones creadas para ejercer de manera selectiva el terrorismo de Estado, como fueron la DINA y la CNI.



Con la presentación de estas querellas perseguimos abrir una firme senda a la justicia y al establecimiento de toda la verdad. Chile necesita justicia para poder avanzar hacia una sociedad auténticamente democrática, pues mientras ello no ocurra, perdurará la amenaza constante de que es posible utilizar el terrorismo de Estado contra aquellos sectores de la población que reclamen por sus derechos más elementales. Mientras no haya justicia total sobre estos casos, será permisible que la protesta social sea criminalizada por las autoridades y la institucionalidad del Estado.



Por eso se encuentra entre estas querellas, la correspondiente al presidente constitucional de la República, Salvador Allende Gossens. Porque independientemente de las causas directas de su muerte reveladas por testigos que dicen haber estado junto a él al momento de los hechos, nunca ha habido una investigación judicial y por tanto un relato aceptado por algún tribunal, respecto a las circunstancias y la ocurrencia de los sucesos que culminaron con la muerte del presidente. Nunca se ha dicho nada desde el campo de la Justicia, acerca del bombardeo de La Moneda efectuado por aviones de la Fuerza Aérea de Chile, cuando se encontraba en su interior el Presidente de la República. Bombardeo que perseguía el aniquilamiento de quienes se encontraban al interior del palacio de gobierno, incluido el Primer Mandatario.



Presentamos estas querellas para avanzar hacia la conquista de la Justicia. Para que ella ilumine no solamente a quienes fueron asesinados duran te la dictadura, sino para que las trabajadoras y trabajadores, los damnificados por el terremoto, los estudiantes y los mapuche, accedan y ejerzan plenamente a sus derechos, incluido el de protestar y movilizarse por ellos, sin ser perseguidos y asesinados. Por esos mismos derechos luchaban la mayor parte de los ejecutados políticos y para frenar ese batallar se desencadenó el terror, que con diverso tono e intensidad se practica hasta estos días.



A 20 años de publicado el Informe Rettig, Chile exige Justicia; nos empeñamos en contribuir a ello.



Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos - Chile